Muchas personas creen que el maltratador tiene un perfil concreto.Se piensa que es, normalmente. una persona que sufrió maltrato en su infancia, proviene de hogares violentos,que comsume alcohol, drogas u otras sustancias que aumentan su agresividad. Emocionalmente inestables, inmaduros,con una baja autoestima,etc.
Aunque es cierto que existen muchos casos de este tipo de personas, también es cierto que no es, en absoluto,algo que se pueda atribuir a todos.La realidad es bien distinta: un maltratador puede ser cualquiera, no tiene un determinado trabajo, ni una determinada posición social, ni una creencia religiosa concreta.Puede comportarse perfectamente con su pareja,delante de otras personas.Puede que vaya los domingos a la iglesia con su familia.
En un documental dirigido por la antropóloga Mercedes Fernández-Martorell, en el que conversa con asesinos y maltratadores,éstos muestran algunos aspectos en común: creen firmemente que hay una parte de la sociedad,mayor de lo que se cree, que los apoya y respalda.Cuentan con el apoyo de amigos y familiares.Y todos ven a la mujer como una propiedad,un ser creado para servirles.Alguien a quien culpar.Alguien que debe adorarles,cuales dioses en la tierra.Éstas personas, (por decir algo), creen estar en su derecho cuando golpean,gritan,humillan,insultan,amenazan,violan y matan a sus parejas. Por supuesto, estos actos de cobardía, no son vistos por ellos como tales.Sí,la mente puede autoengañarse de esa manera.
En la antiguedad, en Atenas, la existencia de la mujer no tenía sentido sin el matrimonio.No tenía derecho político, ni jurídico,teniendo un tutor durante toda su vida: primero su padre, luego su marido.Incluso su hijo se convertía en su tutor si quedaba viuda.
Visto el panorama, uno no puede evitar preguntarse, si tras cientos de años la humanidad, realmente, ha evolucionado.
